Poema dedica al
poeta Enzo Mottura
Gozador
No!!!
las mañanas no son para cualquiera...
el goce
el fresco aroma matinal
el sol que nace y muere
la mirada de Beatriz que me provoca
el mate
el buen café
la despedida
la sombra del pasado
despertándonos inquieta
una hoja con rimel y con miel
un buenos días con un lecho tibio
no son para cualquiera...
el manantial de agua de la ducha tibia
los pájaros cantándole al silencio
ser un perseguidor del colectivo que se
escapa
para no llegar tarde a la rutina diaria
a la presciencia como un arte de magia
atreverse a despertar
junto a la muerte
abrir la puerta
sanar lo cotidiano
planificar las horas
que se mueren
besar la sombra
el
mismo aliento en el cepillo
desenchufar la mufa de la radio
quemar las hojas del diario oficialista
planificar la marcha
la protesta diaria
consciente
que aunque ya no estés
siempre estarán
tus alas
tus abrazos
acariciándome en los sueños
que te escribo
pero no!!!
las mañanas no son para cualquiera...
Poema extraído del libro “Poemas de amor para una olla vacía”, Luis
Vilchez, Ediciones Madera y Verso, año 2008
Naciendo un asadito , con el poeta Enzo "El Pelado" Mottura y el poeta Carlos "El Charly" Villegas
Agradecido por la ternura de hermosas y
hermosos poetas que he encontrado en el camino, trashumando la vida y la
poesía. Acompañado por el aliento de esas “lucecitas”, algo imprescindible y
sin el cual uno no podría hacer nada con la pasión que le ponemos. Con esas
ganas de reivindicar y agradecerles en vida, su amor y dedicación en el espacio
que cada uno ocupa. Convidamos en esta oportunidad la obra de Enzo Mottura,
escritor, editor de revistas, orador popular, actor, poeta, hermano de la vida.
Uno de los “creadores” de la que fue llamada “Editorial Revistas Callejeras” y
de la “Casita Cultural”, en la ciudad de San Luis.
Acá compartimos la Vigésima compilación de
una columna que hace un tiempo escribimos sobre “Historias de Revistas, Blog y
Editoriales”, en la Revista Cultural
Latinoamericana “Guturalmente hablando” “El Viento, en este caso la Historia de la Revista “Pase y Sírvase”,
cuyo editor fue Mottura.
.
Luego convidamos el “Testimonio” y algo de su obra literaria, trabajo que escribió para
el libro “La Hojas ”.
Enzo es un poeta que emerge de la calle,
del compromiso político que tiene con la vida. Es un poeta sin “pelos en la
lengua” y que jamás baja los brazos. Defensor de la amistad sincera, de la
alegría que fluye por las venas de una America pobre y maltratada. Anarquista
sin ceros, hombre tenaz que se fuma un cigarrillo, gustoso caramelo, de los
náufragos que lo buscan en la esquina de su casa, para no ahogarse.
Historia
de la Revista
“Pase y Sírvase”
Por Enzo Mottura (trabajo
de compilación de Luis Vilchez)
Pase y Sírvase tuvo como tres etapas claras. Todo esto
surgió de una iniciativa de Luciano Lamberti. Nos veníamos juntando desde hace
un tiempo, el escribía, yo escribía. Él ya había sacado un libro de cuentos y
ya estaba viviendo en Córdoba y tenia muchas ganas de sacar una revista. Una
revista “under”, como se decía en esa época. Fue a principios y mediados de los
noventa. Imagínate que cuando empezamos a hacer la primera Pase y Sírvase en
aquella época no existían los ciber, no teníamos Internet, es más no teníamos
acceso a computadoras, salvo una computadora muy vieja que tenia Luciano, donde
pasábamos todo en archivos de Word y nuestro sistema de edición era cortar
nosotros y pegar, así editábamos la revista, la armábamos. En la primera
revista hubo una chica de Córdoba que se llama Zaira que nos hizo las
ilustraciones. Nosotros íbamos recortando los originales y sobre papel poníamos
los textos escritos en Word, le íbamos pegando arriba.
Empezamos con unas
treinta, luego sacábamos más fotocopias. Todo dependía de la gente que
estuviera interesada. Queríamos difundir textos poco conocidos de autores
conocidos de Oliverio Girondo, Julio Cortázar (ente otros). Cosas así como
“joyitas rescatadas de la literatura”. En ese primer número solamente hay dos
textos nuestros, que estaban escritos alusivos a la revista, tipo editorial.
Ya para el segundo número decidimos rescatar la obra de
pintores, poetas y dibujantes amigos, gente que vivía en Córdoba o en San
Francisco, la mayoría no había publicado, era como difundir a principiantes, a
escritores inéditos.
Al principio cada revista tenia un subtitulo, la primera se
llamó “La mal parida” y la segunda fue “Nuestros ilustres desconocidos”, a
Damian Montiveros, que es un pintor y dibujante muy bueno de San Francisco le
pasamos el original con todos los textos y él los ilustró sobre el original.
Después fotocopiábamos en la librería de mi abuela, que tenia una
fotocopiadora. En parte se movía por nuestra iniciativa y en la Biblioteca Popular
de San Francisco, lugar donde yo en ese momento tuve el privilegio de trabajar.
Hubo en su momento una pequeña presentación de la revista con gente amiga, muy
de entre casa. Porque era una revista que no pretendíamos que fuera más haya,
queríamos despuntar el vicio, ver, aprender como se hacía una revista, para
hacer conocer nuestra obra y la de gente amiga.
La tercera Pase y Sírvase fue un número especial que tenia
que ver con la primera Feria del Libro que se hacía en San Francisco, allí sacamos
un pequeño fascículo que se llamaba “Malos resultado de buenas intenciones”
(como siempre, salía con un subtitulo) y eran unos textos que habíamos logrado
a las ponchadas y lo hicimos pegándolos como podíamos.
Esta es la etapa sanfransisqueña, después nos fuimos a vivir
a Córdoba y se abrió otra etapa. La revista tuvo otro formato otra forma, fue
una revista mural, pegábamos hojas en las paradas de colectivos, era Pase y
sírvase para las paradas de coles. También otras paredes donde había gente que se
detenía. Pero más que nada fue una exploración artística que tuvimos con
Luciano y otra gente. Solo salieron dos números. Fue mas delirado, de ahí nació
lo de la literatura de cordel. De hecho tuvimos una presentación bastante linda
en un centro cultural de San Francisco,
“Moras y mojarritas”, hicimos una pequeña intervención donde la gente
tenía que subir una escalera para sacar los textos. Muy cerca del techo. La
literatura de cordel no es un invento nuestro se viene haciendo desde el 1920
-1930. Lo tomamos un poco más conceptual
y se llamaba “la mierda de los ángeles”. Te estirabas y lo único que sacabas
era eso, los textos, la resabia de los textos que escribíamos y que todavía no
podías alcanzar. De eso éramos conscientes.
La tercera etapa ya Luciano Lamberti se desvincula de la
revista, yo quise seguir acá en San Luis, aunque él también la avalaba y me
apoyaba. Le mandaba todos los textos y el me daba su crítica.
El primer número que
sacamos, fue con textos de Luciano y míos, las ilustraciones de la “Gringa”
(Griselda Olivares). Fue justo el primer año que empecé a estudiar así que la
difundí en la Facultad
en clase, las dejaba sobre los bancos.
La gente se empezó a
interesar, uno de los primero fue el Negro Gastón López, después Valeria Ortiz.
Así se fue sumando gente y el segundo número fue más colectivo con gente de
acá.
Siempre fue de divulgación gratuita, y salieron de San Luis
más o menos 4 números. La manera de sostenerla salía de nuestro bolsillo,
hacíamos fotocopias. El formato seguía siendo muy artesanal, aunque ya teníamos
todo digitalizado. Al menos ya no pegábamos con cola los textos.
La experiencia me dejo
mucho, sobre todo porque es algo que a mí me gusta. Fue una experiencia
artística un poco anárquica si bien existían ciertos hilos conductores no había
orden estipulado. Charlábamos una temática esta era abordada con total
libertad, no podíamos ir al carajo. Era más que nada un verbario de literatura
de gente que estaba escribiendo y no era muy conocida que se difundía
gratuitamente para otra gente que leía
poco y que por ahí entraba una ficha. No era fácil que la leyeran, no
apostábamos a la gente que ya leía, todo lo contrario, sino a la gente que
tenía filim artístico y personal pero no tenía una historia literaria. No era
una revista para repartir entre escritores, todo lo contrario.
Justamente el nombre de la revista era eso “Pase y sírvase”, ahí esta es lo que le ofrecemos,
es como cuando usted entra a la casa de un compadre y le dice:” esto es lo que
hay, pase y sírvase”, pero con textos y dibujos.
Esto es en breve la historia, en
el medio hay mucho más, está la magia de encontrarse con las personas, la
libertad de hablar de literatura sin tener que pensar que eso debía
transformarse en algo orgánico, establecido. Simplemente hablar, escribir
porque teníamos ganas. Lo hacíamos por
gusto no nos importaba que saliera perfecta, que saliera como queríamos sin ser
tan perfeccionistas. Era un fanzine de la calle, era ocupar la calle con un
poco de literatura de gente que también andaba en la calle. Era retroalimentar
y re significar la vida cotidiana que viene y que va, que está en distintos
ambientes. De repente sale un texto un dibujo. Bueno éramos un grupo de amigos
y por cada revista teníamos millones de juntadas, cantidades de cervezas,
vinos, fideos, lo que hubiera para comer. Era eso ese signo. Cuando tuvo que
dejar de salir dejo, pero puede volver porque es esa la idea.
Séptima Comunión Literaria. Recibida el 30 de julio de 2008. Mottura, Enzo.
Séptima Comunión Literaria. Recibida el 30 de julio de 2008. Mottura, Enzo.
Testimonio
Exhortación
y Propósito (literatura
oral)
Quizás te despertás muy de mañana y el
comprobar que respirás no representa para nada un hecho relevante. Quizás tuviste ese sueño otra vez, quizás
vuelva de nuevo aquel viejo dolor en el pecho…
Desayunas hambre, y con el hambre te
tragás también el miedo. Ese miedo que se te queda en la boca del estomago, el
mismo miedo que te aprieta los dientes y te cierra los labios.
Quizás es hora de otro cigarrillo,
inhalás y exhalás casi treinta veces por minuto sin darle a ese gesto ningún
significado preciso.
Afuera, en la calle, el mundo no
parece tan distinto. Treinta, cincuenta, cien, mil, un millón de rutinas
internalizadas moviendo las piezas de un juego que tal vez para vos ya esté
perdido de antemano.
Nos hemos convertido poco a poco en
autómatas, y en ese automatismo somos terriblemente antropófagos. ¿No sentís
como que te consumen? Que tu tiempo ya no es tuyo, ¿no ves como te obliga a
obedecer el mandatario?
Recuerdo un colectivo repleto de
gente, y el colectivero girando la cabeza y gritando al mismo tiempo: ¡Para
atrás, que en el fondo hay mas lugar! Si, pero en este fondo hay también nuevos
lugares, y todavía queda una pregunta vieja.
¿Fue tan malo el juego que quisieron
jugar los que no están, fue tan malo como para no continuarlo?
La
respuesta para muchos, fue siempre más de lo mismo.
Lo que quiero decir es que todo juego
es político, se trata de elegir qué juego jugar, cómo, por qué, para qué, con
quién jugarlo. Se trata también de inventar nuevos juegos. Un lugar en el cual
buscando nos encontremos con el otro, también buscando y al encontrarnos, y al
buscarnos, nos encontremos con los otros, con todos los otros que somos.
Literatura
perra. Poesía con colmillos.
Palabras arrastradas por soledades y veredas,
por bares y rincones.
Literatura callejera. Poesía abandonada o
que nunca ha tenido sueño. No como el perro que mueve la cola y espera manso la
caricia del amo. Sino palabras como perros flacos que van rumiando, con bronca
y angustia, el hueso de la vida. De esta perra vida.
Literatura del gruñido. POESÍA DEL LADRIDO.
Palabras que muerden una y otra vez, la dura carne de la rutina. En fin, como
al principio, literatura perra.
Los
caminos de la palabra
Se ponen en movimiento las palabras, primero
quizás tímidamente, pasito a paso, como dudando tal vez de los labios que las
pronuncian o de la mano que les da forma. Pero a poco de andar -a poquito
nomás- se convierte en un torrente casi incontenible.
Muchos y distintos son los caminos que andan
las palabras atravesando tiempos y geografías: por las avenidas virtuales de
una pantalla de computadora, por los puentes tendidos en la página de un libro
o de una carta, o por los senderos que el viento dibuja en el simple aire que nos
rodea.
Innumerables
son los caminos que andan las palabras de dentro hacia fuera, de afuera hacia
adentro de cada persona.
En estos andares que son suyos y son
nuestros, caminamos las palabras al mismo tiempo que ellas nos caminan. Así, en
estas idas y vueltas, en estos ires y venires transitando avenidas, tendiendo
puentes, abriendo senderos -las palabras- de alguna manera casi mágica, al fin
y al cabo, nos juntan y hermanan.
Este texto salió grabado en Oficio de
Caminate, el CD Número 2, de las Ediciones Poetas de la Calle , año 2009
Fuente
- Charla informal entre los poetas Enzo Mottura y Luis
Vilchez, en la pizzería “La
Catedra ” de enfrente de la vieja terminal de ómnibus de la
ciudad de San Luis, calle Rivadavia y Avenida España, dura cinco cervezas y
algo más…
- Esta nota salio en Año XV - Número
69 - Julio de 2014 de la Revista Cultural
Latinoamericana (Guturalmente
hablando) “El Viento” - Poesía
Periodística – Publicación independiente de Juana Koslay, Argentina.
- Libro “Las Hojas”, Compilación de Testimonios, notas, poemas, cuentos,
crónicas varias, de escritores de la década del 60 y 70 que publicaron en la Editorial Papeles
de Buenos Aires, Ediciones La
Pluma y La
Palabra dirigida por el poeta Roberto Santoro y
escritores que han publicado en la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente
hablando) El Viento dirigida por la escritora Mónica Algarbe y el poeta Luis
Vilchez. Colección:
Libros de la calle, año 2010.
- Video de "El Libro de tu vida", Programa que trata sobre referentes de la literatura de San Luis
- Video de "El Libro de tu vida", Programa que trata sobre referentes de la literatura de San Luis