Poema dedicado a Roberto “Tato” Iglesias
La alegría
Viene nadando contra la corriente
siempre
abrazada a la felicidad
incomprendida
por un niño triste
juega
a que juega con su soledad
le
da regalos con una sonrisa
soles
y agua y un poco de pan
se
purifica entre los manantiales
en
noches frías es abrigo y miel
¡niño
que lloras te hago cosquillitas!
¡hombre
sin techo te cobijo ya!
(dice
brillando siempre la alegría)
los
regocija de felicidad
es
bienvenida en todo nacimiento
madres
y padres ríen con su bondad
a
las abuelas les brillan los ojos
cuando
los nietos invaden su hogar
¡niño
bendito que parió mi hija!
¡ojos
hermosos - mi felicidad!
(piensa
el abuelo - cuando mira al nieto)
va
la esperanza - que viene y que va
es
perseguida por la PUTA
muerte
por
la ignominia de un mundo sin paz
por
la avaricia que invade a los cuerdos
por
los harapos de los pordioseros
por
las mañanas sin techo y sin pan
por
el salario que no alcanza nunca
por
dictaduras - muertes y maldad
por
los amigos que nos olvidaron
por
el maltrato - por la violación
por
la injusticia de una mala racha
por
ese amado que ya no vendrá
por
los que marchan con indiferencia
por
los que lloran - con su soledad
brilla
que vibra siempre la alegría
en
un cumpleaños - cual fresco calor
en
los ojitos del enamorado
en
las mañanas que nace el amor
en
la memoria - brilla la alegría
en
una foto y en la luna llena
en
las caricias que nunca olvidamos
en
tus pupilas - ternura de amar
vibra
que brilla en tus ojitos tiernos
en
esas manos que me da tu amor
en
los caminos donde nace el canto
y
en la guitarra de madera y sol
en
ese vino que bebí contigo
en
esas noches de sexo y pasión
en
estos versos que nunca te olvidan
y
en el tic tac de este corazón
es
mensajera que convida versos
frescas
canciones - sueños - ilusión
nunca
la pierden los que son amados
siempre
lo oscuro se hace claridad
con
alegría siempre hay esperanza
con
esperanza nace la ilusión
con
la ternura de estos buenos días
va
la alegría juntito a mi amor
Poema extraído
del libro Epitafios (de amor y desamor), Luis Vilchez, año 2010, Colección
libros de la calle
“Uno tiene que vivir ahora como piensa que debe ser el mundo del futuro”
Tato
¿Como definir al Tato?: Tato
es un amigo-poeta del alma.
Lo conocimos por el año 1990.
Fue docente nuestro en la UNSL. Nos
daba la materia Sociología Contexto Latinoamericano. Nos ayudó a discutir la
vida desde otras miradas. A ser solidarios. A compartir y caminar sobre la
columna vertebral de la poesía de un mundo inmóvil.
Hay un gesto etéreo que nunca
olvidaremos: se enfermaba un alumno y quién era el primero en ir, en ayudar: el
Tato…Uno estaba triste o muy feliz y apuntaba su mirada sobre el box del Tato,
“vamos a tomar unos mates con el Tato”. Y allí a compartir construyendo la idea
de un mundo más habitable. Allí nos escuchaba y nos convidaba esperanza. Una
esperanza que tiene que ver con la utopía y que es enemiga del miedo y del
olvido. Y que sirve para vivir aceptando el panorama social, político y
cultural que nos somete y hacer más habitable los pasos por la vida,
resistiendo a ese sometimiento.
Aceptar o resistir. Solo dos
opciones. El sistema ha instalado esa idea de aceptar o resistir los proyectos
impuestos: o aceptándolos pasivamente o atrincherándonos cada vez mas en el
prologo de nuestros sueños. El modelo consiguió que quedaran en desuso términos
como cambiar el mundo. Un termino poco usado en estos tiempos que se ha
intentado borrar de nuestras vidas la idea y la acción efectiva de que este
mundo injusto puede y debe ser cambiado. Parece hoy en día un término perimido,
acuñado por un puñado de nostálgicos.
La falta de esperanzas, los horizontes estrechos del posibilismo y las derrotas sufridas han intentado ahogar esa corriente vital que nos mueve y conmueve, esa razón de ser de la que se nutren necesariamente los cambios.
Roberto “Tato” Iglesias es uno de los amigos poetas de la revista Cultural latinoamericana (Guturalmente hablando) El Viento, compañero poeta que cree en la necesidad de pensar la realidad desde un nuevo paradigma, de pronunciar palabras que anuncien encuentros, de desatar el nudo a esas palabras desvirtuadas. Su enemigo es el inmovilismo. Por eso desde hace muchos años echó a rodar a la Universidad Trashumante. Trashumar, buscar las mejores tierras, la mejor gente. Salir al encuentro de ese otro país. Y escuchar mucho.
Obra de Roberto “Tato” Iglesias
Vigésima Primera Comunión Literaria. Recibida el miércoles 13 de
mayo 2009. Iglesias, Roberto
“Tato”.
Testimonio: El Arte, la Poesía,
la Literatura,
son la esencia de la vida o al menos, tendría que serla. No hubo ninguna
revolución liberadora de la opresión, que no tuviera poetas detrás. Es
impresionante como abre cuerpo y espíritu para conocer, para hacerlo de otra
forma, para tomar conciencia.
Un abrazo grande, y adelante
El beso andante
Rara historia.
Las historias tanto pueden ser reales como ficticias. O más bien, inventadas. Como la mayoría de las antiguas y
casi todas las presentes.
Alguien me mandó un beso por correo electrónico. Casi todos mandan
besos o abrazos cuando se despiden por mail. Más común es el beso. Lo cierto es
que ya casi nadie lee las formas de despedirse. Y suelen ser muy interesantes y
hasta significativas.
Esta vez me sorprendió, pues especificó el lugar del beso: en la
frente.
Y aquí empezó mi reflexión y porque no, también mi deseo.
¿Puede vivir un beso
quieto??? O estampado en un solo
lugar???
El beso es vivo o muerto????
Está bien que depende tanto del que lo da, como del que lo recibe.
Ambos, si quieren, pueden convertirlo en andante.
Está el beso imperdible de un padre, una madre con su hijo. Darlo
desde éste aquí adulto, produce placeres
únicos, irrepetibles. Y como todo
beso es necesariamente dialéctico, recibirlo desde aquél allá niño-niña, es una
de las delicias más grandes de la vida.
Y el beso del amigo-amiga, que acompaña,
contiene, da ánimos, nos hace sentir
imprescindibles, únicos, irrepetibles.
Y el beso del amor, de imposible descripción. Puede empezar en la frente
y ser esto una invitación a recorrer el territorio más amado, más reconocido,
hasta perder el camino, la noción del tiempo, respirar profunda y agitadamente
y despertar durmiendo. Uno de los más auténticos besos andantes.
Y finalmente, cuando el beso andante, se
decide a convertirse en trashumante: ya
es el beso heroico, el que junta todas las pasiones y las esperanzas, es beso y
abrazo al mismo tiempo, besos y abrazos que empujan a fundar sueños, a
concretarlos. El beso que no descansa, que besa tejiendo redes, quemando
cubiertas, dialogando y amando, peleando cuando es necesario. El beso coherente, ético, empecinado. Que
está claro: nunca se lo daremos al enemigo.
San Luis, otoño del 2006
Es necesario volver a
retomar sin miedos ni prejuicios el tema de la revolución. Por eso, cuando
nosotros hablamos de la necesidad de construir una revolución epocal, queremos
decir lo siguiente: una revolución nunca puede ser nostálgica ni tampoco
anticipatorio. La nostalgia nos lleva a vivir permanentemente en el pasado, a
querer repetir la historia. Mucha gente se quedó en la década del 70 y la
historia es irrepetible. Podremos sin duda tomar ideas hacer análisis, tener la
memoria de lo que ocurrió pero no repetir. Por otra parte el dogmatismo nos conduce a la rigidez, a
caminos trazados de antemano, es anticipatorio tiene todo resuelto, pero
siempre por minorías que se sienten esclarecidas. Una revolución pensada desde
hoy tiene que partir de esta realidad por más dolorosa que sea, tiene que
pensar esta revolución desde el presente, vivir intensamente esta época, desde
otros lugares, desde el otro país, desde otros modelos. Aceptando que vivimos
en el sistema capitalista, ser capaces de pensar y actuar desde otros
paradigmas. Esto no puede estar definido de antemano. Justamente lo tenemos que
construir entre todos, pero no sólo en la palabra sino también en lo gestual,
no sólo diciendo sino también haciendo. Debe ser una revolución transformadora
de las injusticias, profundamente amorosa, no ingenua, teniendo claro quiénes
son los que nos perjudican. Y tenemos que ir todos, sin discriminaciones. Los
intelectuales y los artistas, los cojos, los mudos y los ciegos, los que pueden
y los que no pueden. Es darnos ánimos, encendernos los fueguitos, recuperar los
ideales, tener siempre encendidas las luces del circo de la vida. Aunque los
payasos estén tristes, las sogas de los trapecistas derruidas y la carpa
remendada, el circo de una nueva vida
debe continuar. Está en nosotros.
Fragmento del libro de “Carambas, Recórcholis
y Cáspitas” Año 2003, Editorial Comunicarte, colección Educación Popular
Escenarios, intemperie: la búsqueda de reflexiones y acciones colectivas
Para
seguir pensando y haciendo
Probablemente
este breve artículo, pueda ser el comienzo de un trabajo superador, donde
puedan ampliarse y discutirse todas y cada una de las ideas que en el mismo se
expresan.
Muy
breve referencia, para ver si podemos “desatar” el diálogo que nos estamos
debiendo entre todos aquellos que decimos resistir al sistema capitalista,
querer cambiar el mundo y organizarnos para tamaña aventura. Entonces referiré mis impresiones sobre la
realidad, que son eso, impresiones y por lo mismo dignas de dejarse de lado o
llenarse con otras impresiones, que es quizás el objetivo.
Siempre
dijimos que, tanto en las vidas personales como en los procesos grupales y
colectivos, hay momentos de alzas y momentos de bajas. Y hay que saber aceptar
ambas situaciones. No marearnos cuando estamos arriba, ni deprimirnos cuando
estamos abajo.
Hoy
creo que es un momento de baja para todo lo que implique resistencia al
Capitalismo, es decir: Movimientos Sociales, territoriales, grupos de educación
popular, culturales, sociales, etc.
Esto
no quiere decir que no existamos. Por el contrario, hay multiplicidad de grupos
nuevos que aparecen con sus nombres propios y trabajos específicos, pero toda
esa creatividad y energía no logra fluir hacia movimientos que avancen en la
práctica y teorías nuevas, acerca de cambiar el mundo.
A
este momento de baja, si es que existe,
deberemos buscarle explicación, ya que no es sólo un problema que nos pase a
nosotros, pues tiene características internacionales.
1.-
El Escenario
Comenzaré
hablando acerca de porqué utilizamos la palabra Escenario. Hablando en sentido
estricto, se utiliza normalmente en el Teatro, como “el espacio destinado para
la representación de obras de teatro” o de otras artes escénicas. También es
utilizado para otros acontecimientos, como conferencias, mitines, congresos.
Vendría a ser el punto focal para el público. A menudo consiste en una
plataforma elevada, donde alguien que está arriba es sujeto y codifica acciones
para los que están abajo. En un sentido más popular, nos interesa unirlo a la
palabra Palco, elemento que es en sí mismo un escenario, que se utiliza en la
mayoría de los mitines políticos, tanto oficialistas como opositores y que
adquiere una connotación particular en nuestros países de América latina, sobre
todo en aquellos que tenemos una fuerte impronta de movimientos populistas o
cuyos líderes populares han marcado de
alguna manera nuestros destinos. Al Palco se subían los líderes. “Subirse” al
palco es una aspiración de muchos dirigentes. Recuerdo un famoso libro de Félix
Luna, notable autor argentino, de reconocida trayectoria liberal, que él llamó
“El 45”.
Todo el libro es el relato de lo que ocurrió ese año en la historia argentina
y marca justamente el fenómeno
extraordinario e innegable que significó el ingreso de Perón a la política en
Argentina. En una de sus últimas páginas, parafraseando al autor, termina
diciendo más o menos así: “cambiaría toda la vida de Félix Luna, por los cinco
minutos en que Perón sube al balcón de la Casa Rosada, en una
Plaza de Mayo abarrotada por una multitud que clamaba por él y que cuando
levanta las manos y pronuncia la palabra Compañeros, estalla en una mezcla de
sentimientos inenarrables”.
El
Palco y el Escenario, signan nuestras historias. No hay marcha opositora donde
todo el mundo no quiera subirse al palco. Y esto muestra, a mi entender, una
cultura que une a oficialistas y opositores en una ideología común, donde no
termina habiendo diferencias en torno a dos concepciones: las de poder y las de pueblo.
Entonces
el “Escenario” adquiere, en este trabajo, el lugar del poder, el lugar de la
construcción del mismo en el imaginario colectivo, lo que predomina, aquello a lo que la gente presta
atención, se interesa, tiene en cuenta. Escenario se identifica en este sentido
con Escena Política, o sea: quienes están o no ocupando espacios de relevancia
y que son tenidos en cuenta por las mayorías.
Este
“Escenario”, por decirlo de algún modo, lo están ocupando hoy los Partidos
Políticos. Ocurrió antes de las últimas elecciones en Argentina y sigue
ocurriendo ahora. Partidos Políticos sin locales y sin “partidarios”, que a lo
único que aspiran es a cargos o tomas virtuales del poder. En el caso de la Argentina, con un avance
muy preocupante de la derecha, presentes
en el Pro Peronismo, Radicalismo y Coalición Cívica con Lilita Carrió, Macri y
Cobos, entre otros; la reaparición por Televisión de economistas nefastos de la
época menemista, como Broda, Cavallo y otros, quienes vienen para explicarnos
lo que nos pasa. Con una “Izquierda” muy particular, con figuras como el Pino
Solanas y Lozano, a mi entender cada vez más “NI” en aquella clasificación que
alguna vez hicimos acerca de cómo nos situamos frente al Capitalismo. Los NI,
en relación a la coyuntura actual, identifican acertadamente a la derecha, pero
al utilizar razonamientos típicos de la
lógica partidaria, piensan que los Kirchner son la Izquierda.
Todas
estas cuestiones tienen una explicación. Son las nuevas estrategias del
Capitalismo para frenar las protestas sociales, en un contexto de miseria
extrema, de desocupación muy grande y de múltiples frustraciones. Las oportunidades naturales y normales de
realizaciones personales se ven quebradas y estallan en pedazos que nos
lastiman. La tendencia es nuevamente implosionar hacia nosotros mismos, grupos,
organizaciones.
Movimientos
de gran referencia para nosotros, como el Zapatismo y los Sin Tierra, por
nombrar algunos, pareciera que el sistema los ha vuelto a esconder en las
catacumbas, quizás por el “mal ejemplo” que significan para este nuevo orden
social establecido.
2.-
Clases sociales
Planteadas
así las cosas, me parece interesante introducir un análisis por clases
sociales. Obviamente la clase alta, correspondiente a la burguesía, también
denominada opresora, ha acumulado enorme riqueza en los últimos años. Ya fue
por los ferrocarriles, las líneas
aéreas, entre otras cuestiones y ahora va por nuestros recursos naturales:
tierras, petróleo, agua, gas, energía y minería.
Sostenemos
con absoluta firmeza que los gobiernos de América Latina, en términos
generales, están al servicio y participan aunque sea con migajas de esta
expropiación. Como dice el Sub Comandante Marcos, no se puede poner esperanza
en un sistema eleccionario, mientras el control del mismo esté en manos del
Estado.
La
clase media en general, aspira vanamente
llegar a la burguesía. Por ser funcionarios estatales y/o empleados de
jerarquías en las empresas de los ricos, acceden a casas bonitas, a autos más
que vistosos y otras cuestiones que definitivamente no los colocan en la
burguesía. Siempre seguirán siendo empleados.
Otra
parte de la clase media, mucho menor cuantitativamente hablando, por historia,
por tradición familiar, por memoria, por compromiso militante, por deseos de
luchar, es la que esta ocupada y preocupada en la resistencia y en la
propuesta.
La
gran mayoría de los grupos y movimientos contestatarios están formados por
estas personas de clase media, atravesados por una lógica distinta a la de las
clases populares, con otros anhelos y contradicciones.
Salvo
movimientos territoriales, cuya base constitutiva se compone de grupos
originarios, la gran mayoría del resto de los movimientos son dirigidos,
coordinados y/o animados por personas de clase media. Lo cual no esta mal. Pero
indica una cierta caracterización del nacimiento y desarrollo de los mismos.
Paulo
Freire hablaba de la necesidad de provocar un “suicidio de clase, para poder
integrarse en las masas y adentrase en la cultura de las clases populares”,
lo que de alguna manera permitiría
subsumir la lógica de los sectores medios con los populares. Esta cuestión, que
además de lo ideológico tiene que ver con cuestiones metodológicas, ofrece
ciertas dificultades en la propia práctica. Y es quizás uno de los aspectos de la Educación Popular
que tengamos que desarrollar más profundamente. Salvando las distancias, para evitar que
ocurra aquello que pretendían los sociólogos funcionalistas acerca de que, para
investigar, teníamos que ser valorativamente neutros. ¿Cómo hacer, que
mecanismo emplear, para despojarnos de los valores que socializamos desde
nuestra infancia? Es la negación de la
subjetividad. Es decir, provenimos indefectiblemente de culturas que han desarrollado
lógicas y formas de vida totalmente distintas. A lo sumo, podemos intentar acercarnos a conocer la
lógica de los sectores populares, dejar conocer la nuestra y sin imposiciones
de ningún tipo ni prejuicios, aprender juntos. Serían diálogos y conversaciones
sobre la vida misma, para compartir problemas, luchas, esperanzas.
En
nuestra América Latina, así como se
evidencia un notable y cuantitativo
crecimiento de la denominada clase baja,
también se advierte un descenso considerable en el nivel de
conciencia en relación a la gravedad de
sus problemáticas.
A
esto debemos agregarle las políticas instauradas por los opresores desde la
década del 80, referidas a planes sociales, subsidios y todo tipo de cuestiones
que suplantan el trabajo digno.
Además,
cuanto más alejadas las Provincias o Regiones del poder central, más
concepciones feudales y por tanto más siervos. Si a esto le sumamos la
politiquería, el voto cautivo, el trabajo en las villas o barrios marginales a
través de punteros políticos, el trabajo de la Educación Popular
se complica. Por un lado, acostumbran a las personas a vivir de la dádiva y por
el otro persiguen a quines intentan generar trabajos alternativos.
Es
sabido que las políticas de “los gobiernos progresistas” de América Latina, se
han orientado a la cooptación de aquellos movimientos territoriales y también
de educación popular que eran críticos al sistema capitalista.
Según
Raúl Zibechi[1], este
fue un proceso doloroso, porque al ofrecerles un cargo en el Estado-Gobierno a
los generadores del conflicto, consiguieron eliminarlo, sacarlo del territorio
y con sutileza política, “solucionarlo”.
Hoy
hay que animarse a caracterizar a los
denominados sectores populares. Siempre fue un problema para los intelectuales
poder definir qué es el pueblo, pues en verdad se pretendía una definición
homogénea o unívoca, cuando los sectores populares son también heterogéneos y
equívocos, es decir con pensamientos y prácticas distintas y llenos de
ambigüedades. Siempre desde sectores afines a un pensamiento nacional, por
decirlo de alguna manera, se pretendió afirmar al “pueblo” como la única clase
capaz de luchar contra el colonialismo y refundar los países dominados.
En
Argentina, sobre todo con el primer peronismo, se solía afirmar que “el pueblo
es sabio”, que todas las acciones que produce son verdaderas y que esto queda
demostrado a la hora de votar. Cuando años después, este supuesto pueblo lo
votó como presidente a Carlos Menem, el propio peronismo se quedó sin
respuestas para explicar lo acontecido.
Lo
que queremos decir lisa y llanamente, es que aquellos sectores que tantas
definiciones reciben: empobrecidos, marginados, excluidos, proletarios,
oprimidos, nuevos pobres, etc., están
hoy sometidos por el Capitalismo y en general,
lejos de tener conciencia de clase y de querer luchar por su
liberación. Años de avances culturales
del Capitalismo, han logrado reducir a nuestras clases medias en general y a
las clases bajas en particular a “soñadores de consumo y de dinero”. Con mucha
crudeza lo dice Jorge Orlando Melo en el prólogo al libro de Alfredo Molano
“Aguas Arriba - entre la coca y el oro”: “una de las comprobaciones más
aterradoras de la lectura de los testimonios presentados por Molano, es la
forma irrestricta como los habitantes de esta zona, los comerciantes y los
colonos, los guerrilleros y los mineros, las matronas de las casas de
prostitución e incluso los mismo indios, viven obsesivamente los sueños y
valores del Capitalismo y los han convertido en motivos centrales de vida y
existencia”.
Es
decir estamos ante la presencia de una gran parte de las clases baja y media a las que se les ha “robado la
ideología”. El Capitalismo ha producido un doble proceso: por un lado, nos
incorporó sus ideas dominantes como única forma de leer el mundo, y por el
otro, destruyó con eximia perfección lo que denominamos el “aparato de lectura de la realidad” que todos los hombres y mujeres poseemos y
entre otras cosas, nos hace libres.
Creo que en esto consiste justamente el
trabajo de la educación popular: preguntar, escuchar, reflexionar, practicar,
discutir, confrontar, esperar-se, hermanar, amar, amarse, para aprender
juntos a despreciar a los poderosos.
3.-
La Intemperie
Este
es un concepto que lo escuché por primera vez en boca del educador popular
neuquino Orlando “Nano” Balbo y desde mi punto de vista no admite demasiada
complejidad. Se refería a aquellos grupos sociales, o culturales, o políticos
o educativos que trabajan en la realidad
y sobre la realidad, sin ningún “paraguas protector”. En países donde han
existido dictaduras tan cruentas como los nuestros, nunca, ningún Gobierno se
decidió a operar a fondo sobre lo que se ha dado en llamar “mano de obra
desocupada”[2]. Siguen
existiendo personas desaparecidas en Democracia en múltiples situaciones y
siempre reiterativamente ligados a cuestiones de la Dictadura. Aún en los que trabajan en
Instituciones reconocidas, como algunos grupos de Derechos Humanos y la Organización Pelota
de Trapo, que es una ONG que trabaja con los Chicos del Pueblo, han sufrido
amenazas de todo tipo.
Es
decir, teóricamente aquellos que trabajan en partidos políticos o en
sindicatos, a través de las iglesias y aun desde las Universidades o desde
ONGs, es más factible que puedan hacerlo con la tranquilidad que les da el
apoyo institucional. Pero en muchos
casos esta protección no ha resultado eficaz.
Trabajar
a la intemperie implica una fuerte decisión de autonomía, en relación no solo a
lo económico sino también a algún tipo de dependencia o conexión
institucional con el Estado u otras
fundaciones u organizaciones, que puedan afectar libertades en las prácticas y en los pensamientos.
Esto
tiene sus enormes dificultades: hay que encontrar formas de autofinanciarse y
de poder realizar mínimamente los objetivos propuestos y porque fundamentalmente, uno/una, no debería
por su ética, recibir dinero, apoyo y/o prebendas de Gobiernos o Estados
Capitalistas, pues esto es, justamente, lo que queremos cambiar.
4.-
Lo ordenado y lo desordenado
Hay
que tener en cuenta lo siguiente: la mayoría de los países del norte que
participan de un Capitalismo funcional, darían la impresión de que son
sociedades “ordenadas”, es decir, la mayoría de
sus instituciones y gran parte de las personas que la componen, ya se
ajustan a normas preestablecidas. Nuestros países sureños y en especial los
latinoamericanos, somos por historia “desordenados.” Las cosas en general no
funcionan, ni las instituciones, ni los trenes, ni los horarios, ni tampoco las
promesas. Parte del desorden lo constituye el hecho de la miseria extrema en
que se vive, del retroceso brutal como sociedad que estamos sufriendo en
relación a la vida digna, de la falta de Democracia real y sobre todo de
Justicia, que crea una impunidad cercana a una indignación explosiva. Y otra
parte, contradictoriamente, a la
innumerable cantidad de propuestas y resistencias que aparecen y
desaparecen para volver a aparecer, cambian de forma, de lugar, pero siempre
están. También es distintivo que el aparato represivo funciona en toda su
magnitud y aparece cada vez con mayor
violencia, independientemente del signo político de quien gobierne. Es el
terror al alzamiento popular, al hartazgo, a la rebelión.
En
este ambiente, el estar a la intemperie no es fácil. Si amenazan o agreden a
algún periodista o político o sacerdote, etc., solo a forma de ejemplo, saben
que atrás de ellos hay instituciones que los protegen. Igualmente llegado el
momento agreden sin miramientos. Y vaya si tenemos ejemplos, como el “Caso
Cabezas”[3].
Estar
a la intemperie es una decisión como dijimos, ideológica y política, que muchos
viejos y jóvenes están dispuestos a enfrentar y que puede producir miedos y
desesperanzas en sus prácticas sociales y políticas, pero a su vez una fuerza
increíble por el desafío y la coherencia que se necesitan.
5.- Relaciones, categorías, opciones
¿Cómo
conjugar las variables Escenarios, Intemperies, Clases Sociales, Orden y
Desorden, en pos de seguir caminando a favor de los deseos y pulsaciones que
sentimos y pensamos como colectivos o
movimientos?
- Nuevamente el primer desafío es mirar la realidad como es y no como nos gustaría verla. Y reafirmar la opción ideológica desde donde optamos verla: ¿desde los escenarios o desde la intemperie? ¿Desde los oprimidos o desde el opresor? ¿Desde el orden con olor a fatalismo y desesperanza o desde el desorden constructivo, que sigue teniendo olor a esperanza, a lucha, a vida?
- El segundo desafío, es cómo nos situamos en relación al Estado. Es necesario aclarar que en muchos de los países de América Latina y en casi todos los Gobiernos provinciales y el nacional en Argentina, el Estado como tal se confunde con el Gobierno. Éste hace uso y abuso de los bienes que corresponden a toda la sociedad en beneficio de sus intereses partidarios. Ahora, nos estamos refiriendo obviamente a los grupos tradicionalmente contestatarios al sistema Capitalista y que hacen política desde lo social. Estamos encontrado las siguientes relaciones o categorías:
Ø Grupos sociales o de derechos humanos que ya fueron
cooptados por el Gobierno nacional y que directamente forman parte de las
propias políticas de estos gobiernos, asisten a sus mitines, forman parte del
Escenario, aprueban y defienden todas sus políticas y en muchos de los casos
reciben dinero para sus actividades y hasta ostentan cargos políticos.
Ø Hay otros grupos y movimientos que han levantado la
bandera de la autonomía, pero quizás por ser territoriales, tengan la urgente
necesidad de relacionarse con los Estados-Gobiernos. Hay dos ejemplos de grupos muy cercanos a nuestra
organización, la Universidad
Trashumante, que nos servirán para aclarar esta categoría.
Hay movimientos campesinos que han tenido funcionarios en las estructuras del
Gobierno, con el objetivo de conseguir políticas que beneficien al campesino
mismo. O han sido invitados por el ministerio de Educación de la Nación, a discutir
políticas en relación a esta temática y participan de dichas invitaciones. En
esta semana, referentes del Frente Darío Santillán decidieron, después de mucho
tiempo, volver a los piquetes. Estuvieron en un programa semanal político de
televisión cuyo nombre es “Palabras más palabras menos”. Cuando les preguntaron
por qué volvían al piquete, dijeron que para volverse visibles. Que varias
veces habían hablado con funcionarios del Gobierno para explicarles que estaban
repartiendo mal los planes de subsidios sociales, que nuevamente se los daban a
los intendentes corruptos del gran Buenos Aires, que solo los repartían entre
aquellos que los votaban e inclusive llegaron a afirmar que cuando el Gobierno
Nacional llamo al diálogo político, no los habían invitado como Movimiento. En
ambos casos se ve claro que son Movimientos autónomos y además compañeros y
compañeras que respetamos y queremos mucho, que para sostener su trabajo
territorial necesitan negociar con el Estado sin estar dispuestos a bajar sus
banderas. No puede decirse que sea un coqueteo, sino una necesidad política o
estratégica, pero a su vez, una forma de relacionamiento. Es decir, deciden
mantener relaciones o conversaciones con el Estado-Gobierno, para disputar la
entrega de planes sociales, con el ideal de lograr un cambio social. Le piden
al Estado, por necesidad de las personas con las cuales trabajan, pero pensando
en organizaciones de sociedad totalmente diferentes.
Ø Aquellos grupos que, en su mayoría piden, aceptan y reciben subsidios de
Fundaciones, de otro tipo de organizaciones inclusive Privadas o del propio
Estado, que si bien deben rendir cuentas del dinero gastado, no se puede
afirmar que están cooptados por el Estado, ni que el uso del dinero sea
controlado por el mismo. Es sin embargo otra de las formas de relacionarse,
quizás la más generalizada en organizaciones de Educación Popular y grupos
sociales y culturales. A pesar de todo, habría que reflexionar acerca del grado
de fortaleza logrado por este tipo de organizaciones hermanas en orden a
revolucionar que puedan tener.
Ø Aquellos
grupos, organizaciones y movimientos que por una decisión ideológica y política
no desean, ni buscan, ni quieren ningún tipo de relacionamiento con este tipo
de Estado-Gobierno. El razonamiento suele ser sencillo: no se puede negociar
absolutamente nada con aquellos que son corruptos, mienten, han perdido todo
tipo de ética. Hemos participado de grandes levantamientos populares, con
marchas muy numerosas y conflictivas, agresiones y represiones y aun así no
hemos querido dialogar con los sucesivos Gobiernos de turno. Quizás el
Movimiento Zapatista de Liberación Nacional, por múltiples condiciones
contextuales que se han ido dando sea uno de los ejemplos más claros de
autonomías: territorios autónomos, municipios, escuelas y hospitales también
autónomos.
6.- Reflexiones
Ø El capitalismo no está en crisis, lo que está en
crisis es un mundo que por su culpa se va quedando sin recursos. La crisis en
realidad está abajo.
Ø Las políticas para opiar a los rebeldes, a los
críticos, a los que aun resisten, están resultando bastante eficaces.
Ø Observamos que hay grupos sociales y militantes que
están pensando en aspirar a cargos políticos partidarios, ya sea concejales,
intendentes, diputados, etc. ¿Será que descreen ya de los movimientos sociales
y políticos? ¿O que se han desesperanzado y quieren ver cosas concretas? ¿O
encuentran que deben dar la disputa en el escenario? ¿Se podrá dar una disputa
o lucha de lógicas? Creo que es tan importante la necesidad de respetar sus
decisiones, como la de que se definan rápidamente.
Ø También observamos compañeros mayores que no se
corren, no dejan aparecer a los más jóvenes y dejarlos ser a los que a pesar de
todo quieren seguir luchando. La horizontalidad cuesta, y mucho. Y también vemos algunos jóvenes con actitudes
omnipotentes, que todo lo saben, en algunos casos, que ni siquiera quieren formarse
“con los otros”. Y menos con adultos.
Ø ¿Como superar la fragmentación, que ya es histórica
y un proceso muy largo para tanta lucha?
Ø ¿Tendremos además que seguir revisando lo
actitudinal? Aparece como uno de los
principios claves a pensar. Y que mucho
tiene que ver con cuestiones espirituales y hasta místicas: no creernos que
somos los mejores, escuchar con profundidad y con ética. Desechar los
escenarios, pensar siempre en el colectivo, mirar abajo, tener encendido el
ánimo y saber estar cerca del compañero y de la compañera, en fin, ser
seriamente amorosos.
Ø Y empezar siempre desde la Autocrítica. Debería
ser el inicio de cualquier evaluación: personal, grupal, colectiva y desde los Movimientos. Mirándonos en
profundidad a nosotros mismos, quizás podamos empezar a mirar a “los otros”, hermanos,
con ojos y corazón distintos.
Ø Habría que empezar a crear entre todos, una palabra
que suplante a la de militante. Muchas veces los conceptos sirven para ciertas
y determinadas épocas y contextos. En Argentina se generalizó el término a todo
tipo de actividad política, ya sea partidocrática o meramente social. Y
adquirió además un sesgo de cierta dureza, como si la lucha fuera una
obligación y no algo que se hace por convicción, por ideales. Una de las
propuestas, sería que nos llamemos gozantes.
Ø No “negociar” nunca lo metodológico. Somos nosotros
en la ronda, sin perder lo individual, pero trabajando en colectivo. Somos
“con” los otros, con todos. Somos analizando los contextos, para actuar
transformando y no conservando. Somos……… no…. Soy
7.-
Acciones:
Ø La
Resistencia al
capitalismo…. ¿tiene que ser individual, grupal o colectiva?
Ø ¿Cómo salimos de los temas que nos interesan a cada
grupo, para ir a lo colectivo? ¿De cada movimiento a un Colectivo de
resistencia que avance con eficacia hacia transformar la situación existente, a
discutir estrategias en relación a lo estructural?
Ø Lo que hoy vive en las mayorías, son las ideas que
bajan de los Escenarios. Las ideas nuestras de Movimientos Sociales que hagan
política, ni siquiera están en el imaginario. ¿Qué estrategias nos estamos
dando para que esto vaya cambiando?
Ø Sinceramente es difícil entender, porque los Argentinos seguimos
votando en las Elecciones. ¿A quien, porqué, en que nos beneficia, en que
cambiamos la historia?. Es como si sintiéramos la idea de vacío o tuviéramos
miedo. ¿Se podrá pensar en nuevas formas de organización social? ¿O habrá que
pensar y repensar nuevas formas organizativas?
Ø Sería importante empezar la Juntada desde abajo, con
pequeñas acciones que organicemos juntos, acudiendo a lo que los hermanos
organizan, a las marchas de protesta, a
toda acción que signifique hermanar de corazón a fin de unificar la lucha.
8.-
Por fin
Seguimos
creyendo en la Educación Popular:
Como
forma de vida,
Como
manera de acompañar procesos humanos de dignificación,
Como
forma de aprender como oprimidos y con los oprimidos a ser libres,
Como
forma de amar y llevar en la sangre lo que significa luchar por una sociedad
justa,
Como
forma de no bastardearla y de denunciar que no sea usada por los Políticos, ni
por los Gobiernos, pues pertenece al “abajo” y no al “arriba”,
Como
herramienta de transformación social, de cambiar las reglas del juego, de
“corrernos” de los roles que nos propone el Capitalismo,
Como
forma de jugar, de actuar, de ser arte nosotros mismos, un arte que no esté al
servicio de los poderosos, un arte que nos permita reírnos mucho y gozar de la
vida, abrazarnos, tocarnos, hermanarnos, que nos de fuerzas para seguir
empecinadamente revolucionando.
1
Zibechi, Raúl, escritor uruguayo,
con diversos libros que analizan la realidad de América Latina, con
originalidad y profundidad al mismo tiempo.
2Integrantes de los grupos de tareas de las fuerzas de
seguridad que actuaron durante la dictadura y
que, exonerados en democracia, pasaron a integrar las nuevas empresas de
seguridad privada o los equipos de seguridad de políticos y funcionarios.
3
José Luis Cabezas, reportero gráfico
de una de las editoriales más influyentes que fue secuestrado y asesinado en
1997, por orden del empresario
menemista Alfredo Yabrán, por haberle
fotografiado y dado así a conocer su rostro a la sociedad.
Septiembre del 2009
Roberto “Tato” Iglesias
Fuente
- Libro Las Hojas Compilación de Testimonios, notas, poemas, cuentos, crónicas varias, de
escritores de la década del 60 y 70 que publicaron en la Editorial Papeles
de Buenos Aires, Ediciones La
Pluma y La
Palabra dirigida por el poeta Roberto Santoro y escritores que han publicado en la Revista Cultural
Latinoamericana (Guturalmente hablando) El Viento dirigida por la escritora Mónica Algarbe y el poeta Luis Vilchez.
- Nota de Osvaldo Quintana.
Revista El Colectivo, Entre Ríos Argentina
- Libro de “Carambas, Recórcholis y Cáspitas”, Tato Iglesias, año 2003,
Editorial Comunicarte, colección Educación Popular
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