29 de diciembre de 2015

Por Luis Vilchez - Poesía Periodística (Parte 30) - Héctor David Gatica, poesía y oficio

Héctor David Gatica, según dijo alguien que debe amar su obra, es “El hombre que atesora un puñado de oficios”.
Lo conocí en el año 2014 en la ciudad de La Rioja. Viajamos con la escritora Mónica Algarbe y el poeta Roberto “Tato” Iglesias a presentar nuestros libros. Con muchas ganas de conocer y aprender de la labor cultural de gente hermosa de la zona. 



Nunca pensé que terminaríamos compartiendo poesía, música y danza con David y su amado hijo Gabriel (gran poeta de quien ya hablaremos en otro momento), el cantautor popular Ramón Navarro, el “Monchi” Navarro (su nieto) y la Orquesta Comunitaria Enrique Angelelli.


La Soledad (Poema dedicado a David Gatica)

Detrás de cada incierta puerta
año tras año
siempre me espera
la soledad

vestida como nube de algodón
mi soledad sirve café
me observa
y muy atenta
disfruta mis silencios…

en este invierno es especial
mi soledad

ha abierto todas las puertas de mi alma
se entregó desnuda al sol
serenita retoza en el césped del patio

escucha y disfruta
del canto de los pájaros
bebe agua fresca y me convida
me da palabras

yo estoy sentado
en la pradera de sus nalgas
canto con ella
me siento pájaro
vuelo sereno por el firmamento
y llego inmenso hasta la cima
de estos versos…

mi soledad es insaciable
me pide más y más incertidumbres:
¡respirá! ¡salí a pasear!
¡bañáte! ¡ve a trabajar!
¡hacé el amor! ¡sentí!

me llena el bolso y la esperanza
de palabras
 así yo… enfrento al mundo…

el telón del amor
se cae y se levanta
la brisa suave
se estrella contra mi alma

y  sigo caminando mi destino
de letras solitarias
y manos solidarias…

inmediatamente
me tiento a abrir las puertas
de otras soledades

y vuelvo ha ser
por un momento inmenso
nuevamente pájaro
canto matinal
efluvio
amante insaciable

y llego al puerto fresco
de otras soledades

les cebo un mate
les hablo
les nostalgio

les hago cosquillas en el vientre
las beso y las rebeso
les cuento un poco de mi soledad
y luego marcho…

mi soledad
es muy solicitada
y es etéreamente solitaria

y a diferencia de otras soledades
mi soledad es buena…

me goza
me disfruta
me acompaña…

siempre marchando
con otras soledades
siempre en un puente
rumbo al infinito
siempre en un puerto
donde nadie llega

siempre lo incierto
lo compacto
lo concreto

siempre en los ojos
de los niños tristes
siempre guerrera
siempre protestando

siempre en las marchas
de pan y de trabajo

siempre en un río
cristalino y puro
siempre en los ojos
de mi bienamada

siempre presentes

yo
y mi soledad


Juana Koslay, jueves 16 de julio de 2009, 15: 37 horas


Texto extraído del libro Epitafios (de amor y desamor), Colección: Libros De La Calle, año 2010,
Luis Vilchez




Presentación en la vos de Hector David Gatica para el disco LOS ENCUENTROS de Ramón Navarro
YOUTUBE.COM





Será un momento que quedará gravado hasta el fin de mis días en mi corazón de río.










Obra: LA CANTATA RIOJANA Autor: HECTOR DAVID GATICA Interpretes: Ramon Navarro, Rioja Trio, Pancho Cabral, Chito Ceballos, Ramon Navarro…
YOUTUBE.COM

David vino a San Luis con su hijo y su amada compañera de la vida en el mes de setiembre de 2015, a festejar los 16 años de la Revista Cultural latinoamericana (Guturalmente hablado) El Viento, fue un gesto importantísimo para nosotros. Gatica con su humildad y poesía que estremece hasta lo más infinito de los mares del mundo, vino a darnos un apretón de manos, su aliento, su sonrisa de río y ese abrazo que es tan necesario.




Convido algo de la obra de este poeta de “El Viento”, hermano astral de nuestro Juan Miguel “Pelado” Bustos, que hace unos meses partió a otras galaxias en busca de nuevos conmovedores poemas. Y que seguramente esta ahora acá, dándome inspiración para que esta admiración no me sobrepase y pueda honrar la obra del poeta.




Sin ningún lugar a dudas, David, es uno de los escritores más importantes que a nacido en nuestra America bendita. Es autor de numerosos libros, Rescato memoria de los llanos como una lectura imprescindible para quienes pretendemos leer y escribir poemas.


Obra de Héctor David Gatica

La Universidad de la calle

En la universidad
vi truncárseme la carrera de ciencias de la educación
más se me abrió la de la calle
ella me enseñó
¡cómo me enseño!.

Otro amigo que se va

Estoy despidiendo a otro amigo
Julio Kloster deja a su mujer y a su niño de meses
los llevará cuando se pueda
lo que más me duele es irme como si fuera un delincuente
otro amigo que se va
al final de los días no quedan mas que adioses
cárceles allanamientos cesantías
al final de los días
siento que nos quedamos mudos ausentes presos
incomunicados
desocupados
solos
solos
al final de los días.

Cosas para la venta

Estas cosas están para la venta
Son de un periodista que debe abandonar el país- (1)
una bicicleta de mujer
una estufa a querosene
una cama matrimonial
un canasto para ropa
una mesa
dos sillas de madera
algunos libros.

(1) Mario Zótola


Una ciudad desconocida

Voy por las veredas y siento
como si caminara por una ciudad desconocida
despojada de todos mis amigos
ando como si fuera un fantasma
que deambula solo sostenido por los antiguos sitios
desalojados. Vacíos.


La Palabra

Acaso tengan razón de guiar su paso por el
mundo

con las manos
repletas.


Nuestras cárceles

En esta torpes puertas clausuradas
saludo tu condena.
Nos encontramos a nivel
con tu encierro y mi angustia libre.
Con la penumbra de los dos.


Ya podemos anular la distancia
esa que nunca existió
que sólo la inventamos
con el fin de no pisarnos la sombra.


De como uno no sabe cuantas
muertes le quedan en la vida

La incineración humana en los altos hornos
también está al día.
¿Qué horror no lo está?
Mujeres de quince a veinte años
ven clausurados sus senos
violada su risa.
Se mata curas militares policías obreros empresarios
ancianos jóvenes políticos estudiantes gremialistas
madres padres hermanos niños profesionales delincuentes
inocentes
se mata se mata se mata


Es tarde ya
me voy a dormir y entre sueños
cuando alargue mi mano para apagar el receptor
quizás alcance a oír la última muerte del día.
Realmente
en este país
uno no sabe ya cuántas muertes le quedan de vida.


No tengo con quién compartir mi vino

No abras esa botella de Cepas Riojanas
me dice mi esposa
guárdala para cuando vengan a visitarte tus amigos
mis amigos están presos o en el exilio
y los pocos que me quedan los visito en su casa
nadie viene ya a vernos
déjame abrir estas cepas
las beberé sin ellos
no espero a nadie
no tengo con quién compartir mi vino
lo beberé callado y solo
a este vino que según el salmista

alegra el corazón del hombre.

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